Tú Señor eres el dador de vida. Aquí humildemente
me postro reconociendo así los errores de mi pasado.
Dirige mi vida como tú sabes porque tú eres Dios
mi Señor el que me ha provisto de todo lo necesario
mucho antes de estar en el vientre de mi madre.
Ayúdame Señor a encontrarte cuando me pierdo con
los afanes y situaciones difíciles de la vida.
Las situaciones son tantas que en busca de sus soluciones
solo(a) me encuentro, alejado de ti.
Señor necesito de tantas cosas pero sobre todo
necesito de tu Presencia y que nada ni nadie deberá ocupar
tu lugar.
Quiero creer en ti cada día más como el Dios Padre
Todopoderoso que me ha guiado y me ha protegido
durante toda mi vida.
Señor tú sabes que en el fondo de mi corazón te amo
y quiero estar contigo siempre.
Confiando nuevamente en tu Infinita Misericordia
te ofrezco mi vida.
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